Queridas todas:
¿Cómo os tratan estas fechas festivas? Yo me siento bastante nostálgica, quizás por la vuelta al pueblo, quizás por pensar en tantas cosas que ya no son más. Vuelvo hoy al formato cartita de amor para echar la vista atrás y recapitular el 2024, algo que a todas se nos antoja hacer en estos momentos. No ha sido un año muy bueno, la verdad. De hecho, ha sido un año horrible, pero no hablaré de eso porque no quiero que mi madre se ponga triste (hola mami, sé que me lees). Ya subí hace poco a stories de Instagram una publicación donde mencionaba seis de mis lecturas favoritas, pero me apetece extenderme más aquí, ir también más allá de los libros, abarcar otras cosas.
Aquí van, por categorías y sin orden concreto:
🎀 MÚSICA 🎀
Este año ha tenido algo bueno y es que he escrito mucho. Soy de esa gente que cuando escribe a veces necesita música para sumergirse en una atmósfera (qué cursi suena esto, pero es así), así que también he escuchado mucha música, no necesariamente sacada este año. Sobre todo estuve acompañada del disco Colección de canciones sencillas, de Lorena Álvarez, que escucho sin descanso desde que lo descubrí en 2020, pero que en especial este año he exprimido mucho junto con su otro disco, Anónimo. Me encanta su tono neofolklórico y sus letras, tan exactas en su sencillez (algo a lo que yo aspiro con mi propia escritura).
Como no soy especial, me he viciado en los meses finales del año a Elige tu propia aventura de Carolina Durante. Yo, que juré que el indie español ya no tenía nada para mí, me encuentro reproduciendo “Hamburguesas” una y otra vez. Pero qué le voy a hacer, es que me encanta lo de: “Porque fuera hay cosas preciosas:/ hamburguesas, el fútbol, mi madre./ Mis amigos suman más que mis demonios./ Mis amigos suman más que mis demonios”.
Por no decir obviedades no me voy a explayar en un análisis exaustivo de brat, pero por supuesto brat lo ha sido todo para mí. También escuché mucho “Guilty as sin?” de Taylor Swift, que es la canción que más me gusta de su disco nuevo; y “Te regalo” de Carlos Baute (de una forma no irónica), que por lo que sea se me ha metido dentro después de tantos años sin prestarle atención.
🎀 CINE 🎀
No recuerdo la contraseña de mi cuenta de letterboxd, así que no puedo hacer un recorrido muy exaustivo por mis pelis del año. De todas formas, tampoco es que yo sea especialista en cine ni nada. Recuerdo, eso sí, algunas que me han gustado especialmente. Vi Anyone but you y me divertí. Me gustó ver a gente tan atractiva besarse, siempre da esto mucha satisfacción. Vi también Sin Chan y las bolas perdidas. De niña nunca me la pusieron y me encantó, de nuevo me reí muchísimo con mis amigas.
Vi repetidas veces Challengers, y eso sí que fue una epifanía y una enorme satisfacción. Práctica perfecta del deseo tanto al bersarse como -y sobre todo- al no besarse, no tocarse, mirarse mucho, que como todas sabemos es la base real del deseo. Mi peli favorita del año, claro, como la de todas imagino.
🎀 LIBROS 🎀
Vamos a lo importante. Si en algo he tenido suerte este año ha sido en las lecturas. Han llego a mí libros increíbles. Aquí algunos de ellos (de nuevo, sin orden específico):
¿Quién ser hará cargo del hospital de ranas?, de Lorrie Moore. Bueno vale, este sí tiene orden: ha sido mi lectura favorita del año. Me cautivó muchísimo, lloré una barbaridad, pensé en mis amigas perdidas, en mi yo perdida, en mi hospital de ranas abandonado. No dejéis de leerlo.
Fuego la sed, de María Sánchez. Sobre la contemplación de las formas de vida que se nos escapan, que abandonamos y que nos rondan siempre desde lo fantasmal y lo vívido. Leí sus poemas y vi el propio campo de mi pueblo secarse y luego devastarse. Hay que escuchar a todas esas criaturas antiguas, acaricarlas antes de que nos dejen.
Mi juventud unida, de Mariano Blatt. Cuántos poemas no les pasé yo a mis amigos de este libro. Si a algo aspiro es a la claridad milagrosa con la que describe todos esos paisajes tan amados. Qué gusto contemplar chicos guapos, evocarlos luego por escrito, riendo y temblando.
Belleza y felicidad, de Fernanda Laguna y Cecilia Pavón. En la misma línea, admiro muchísimo lo exactas que son las dos para las imágenes, tan desplegadas luego dentro de nosotras. Poemas como galletitas, lagos cristalinos del fin del mundo y demás sandeces preciosas.
Tonterías, de Juanpe (Sánchez López). Qué raro escribir los apellidos de los amigos cercanos. Amé muchísimo a sus novios imaginarios y reales, cuánta luz y cuánta melancolía. Se sintió tal cual como bailar llorando en una fiesta, dando muchas vueltas sobre ti misma, dejándote caer en los brazos de tus amigas. Leí todos los poemas con la voz de Juanpe en mi cabeza, acompañándome.
Cruzamos por el ras de la montaña, de María de la Cruz. Yo soy de la escuela de las místicas y de Ángela Segovia, así que no podía no gustarme este libro hermoso en el que leemos salmos, atravesamos lo misterioso y donde las corzas no nos miran. Visión milagrosa la de María.
Chica de interior, de Frankie Barnet: el último libro completo que leo este 2024 me devuelve de lleno a los cuentos. Me atravesó absolutamente su forma de narrar, tan de dejarte temblando de risa o de llanto en el transcurso de una sola página. Además, la edición de Paloma Ediciones es perfecta, me encata el cuidado con el que se nota que está hecha.
Algunos bonus track: Después del pop, de Elisa (Fernández Guzmán) <3; La novela del verano, de Emily Henry; y la poesía completa de Mary Oliver (volumen uno).
🎀 REDES SOCIALES 🎀
Sin duda una de las mejores decisiones del año ha sido dejar de usar Twitter de forma compulsiva y pasarme a otras redes más amables. Ya no escribo tuits con cada pensamiento mínimamente ingenioso que tengo, y lo he notado en mi tranquilidad no-dependiente de un algoritmo malvado y en que, curiosamente, escribo más prosa que antes. No es que me haya convertido de repente en una clean girl pesadísima que te invita a “vivir de verdad”, pero sí me siento mejor con el uso que le doy a las redes. Estoy muy a gusto tanto aquí como en Instagram, que estoy aprendiendo a usar menos por inercia y más por gusto y con conciencia: trato, sobre todo, de interactuar de verdad con la gente que sigo, no ser solo una contempladora pasiva a la que no sabes si le caes bien o si solo ve tus stories por compromiso.
Además de mis propios beneficios de haber dejado Twitter, esto me ha llevado también a recibir el contenido de las demás de otra manera. Noto que, al tener menos redes, me tomo más tiempo para leer con calma lo que me encuentro en internet. Gracias a esto he descubierto espacios que me gustan mucho, a los que activamente les presto atención. Aquí algunos:
El médium de Carmen Casanueva
La newsletter de Marcos Porto
El instagram de Nacho García
Estas han sido algunas de mis cosas favoritas de este 2024. Me hicieron la vida mejor, lo que siempre agradezco. No he puesto los libros que estoy leyendo ahora porque posiblemente no me los termine antes de que acabe el año. Me acompañan Cumbres borrascosas de Emily Brontë (no tengo que contaros nada que no sepáis de lo increíble que es) y los cuentos completos de Lydia Davis (que he tenido que devolver a la biblioteca porque me vencía el plazo, pero que pronto espero volver a sacar). Contadme vosotras vuestros favoritos, de verdad me leo todas las listas de toda la gente que encuentro virtualmente, ¡me interesáis mucho!
Ojalá que este tiempo os sea amable. Lo espero de verdad.
Besos
de finales y principios
y hasta pronto
<3
paula eres una chica monísima❤️ muchas gracias por las recomendaciones, sobre todo los libros, algunos tienen muy buena pinta❤️❤️ y lorena alvarez tambien me ha encantado❤️❤️
Empezar a utilizar las redes de una manera más activa y mucho menos automática me ha ayudado tanto este año… Muchas gracias por la mención, Paula ❤️ Un abrazo enorme, nos seguiremos leyendo 🗞️